El futuro ya está aquí. Las nuevas pautas de accesibilidad web que regirán los próximos años, recogidas en las recomendaciones W3C Accesibility Guidelines (WCAG) 3.0, ya están en marcha con la publicación del primer borrador. Un documento que fundamentalmente consiste en una actualización de la normativa WCAG 2.2, el marco que previsiblemente se conocerá a lo largo de 2021.
Aunque se trata de un documento inicial promovido por el World Wide Web Consortium (W3C) y cuyo contenido será modificado hasta convertirse en una versión definitiva, es un hito muy importante porque permite vislumbrar cómo serán los próximos estándares de accesibilidad web.
Las WCAG 3.0 aspira principalmente a cubrir las necesidades que todavía no tienen respuesta, ofrecer un marco más sencillo de entender con soluciones útiles.
Las distintas directrices, que se han desarrollado a lo largo del tiempo y especialmente en los últimos años, han logrado avances importantes. Sin embargo, las nuevas recomendaciones tienen el objetivo de ganar flexibilidad, ampliar la funcionalidad del universo digital y por tanto mejorar la experiencia de los usuarios con discapacidad.
Un contenido accesible es más atractivo y da cabida a las personas con diversidad funcional.
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Todas las pautas comparten un objetivo común: eliminar barreras digitales e igualar oportunidades sin atender a las características de cada usuario. No obstante, cada modelo normativo tiene sus propios matices que están destinados a concretar ciertos detalles.
En este sentido, las WCAG 3.0 se centran en proponer alternativas indistintamente de la discapacidad que se trata, incluyendo las deficiencias visuales, auditivas, motrices y cognitivas.
Una de las principales novedades del borrador es la estructura para evaluar el nivel de accesibilidad en tres bloques: pautas, resultados y métodos. Jerárquicamente, las pautas son predominantes y consisten en proponer mecanismos para resolver las carencias en accesibilidad. Los resultados son parecidos a los criterios de conformidad de las WCAG 2.1 y los métodos representan cómo alcanzarlos.
Los niveles A, AA y AAA pueden pasar a la historia con las WCAG 3.0, pues la versión los define como bronce, plata y oro. Podría resultar insignificante si se trata de un simple cambio de palabras, pero en este caso la modificación conlleva que la evaluación sea más exhaustiva y menos rígida.
Con las directrices actuales, una web es o no es accesible, no existe un término medio.
Por el contrario, este primer borrador establece que, a la hora de examinar un portal, se pueda diferenciar por tipos de discapacidad. Es decir, una página puede ser apta para usuarios con déficit visual y no cumplir los requisitos para aquellos con déficit motriz.
Un nuevo concepto de evaluación
La evaluación adquiere en este marco una nueva dimensión. Actualmente la valoración es sí/no, mientras que las WCAG 3.0 incorporan un sistema más amplio. Para ello se crean las pruebas atómicas con calificaciones de 0 a 4, de menor a mayor satisfacción. Un error grave de accesibilidad o no superar al menos el 50 por ciento de las pruebas obtendrían un nivel 0.
Para lograr una calificación de 1 a 4 es necesario no cometer errores críticos y aprobar desde el 50 al 99 por ciento de los test. En cualquier caso, servirían para el nivel bronce si se llega a una puntuación global de 3,5 sobre 4 y en cada categoría se obtienen al menos 3,5 sobre 4.
Por otra parte, las pruebas holísticas se fundamentan en la usabilidad y las tecnologías de asistencia para personas con discapacidad. Estos son los test necesarios para tener los niveles plata y oro.
¿Cómo adaptar la web a WCAG 3.0?
La principal referencia que se debe seguir para que una web sea accesible es el Real Decreto 1112/2018, la norma aprobada por el Gobierno de España. Asimismo, este año se darán a conocer las recomendaciones WCAG 2.2, una versión previa a WCAG 3.0. En todos los casos es recomendable contar con un asesoramiento profesional que analice cada caso de forma individual.
Tu web accesible ofrece un catálogo de servicios para que tu portal alcance un nivel óptimo en accesibilidad web. Garantizar la mejor experiencia al usuario solo es posible con el apoyo de expertos en la materia. No es una cuestión de preferencias o privilegios, sino de necesidades.